El Colectivo Quilmes Memoria, Verdad y Justicia y la Comisión Provincial por la Memoria organizaron una Clase Pública frente al Ex-Centro Clandestino de Detención “Pozo de Quilmes”, que congregó cerca de 500 participantes.
A 40 AÑOS DE LA NOCHE DE LOS LÁPICES, conmemorando el Día de la Reafirmación de los Derechos de los Estudiantes y a 10 años de la desaparición de Jorge Julio López, una multitud juvenil colmó la calle Allison Bell y entre Garibaldi y Humberto 1°, junto a referentes militantes y luchadores populares de las múltiples organizaciones que conforman el colectivo Quilmes Memoria, Verdad Justicia, entre otras, y representantes de la Universidad nacional de Quilmes.
El viernes 16 de septiembre, frente al Pozo de Quilmes, centenares de estudiantes de escuelas secundarias y organizaciones que participan del programa Jóvenes y Memoria, junto a militantes de organizaciones gremiales, políticas y estudiantiles llevaron a cabo esta clase pública en el lugar donde estuvieron secuestrados y desaparecidos quienes fueron víctimas de la llamada “Noche de los Lápices”.
Con la conducción de la Prof. Viviana Buscaglia, integrante del Colectivo Memoria, Verdad y Jusiticia e impulsora incansable del Programa Jóvenes y Memoria, se inició el Acto con la lectura de una nota elaborada por Emilce Moler, secuestrada aquella noche y sobreviviente del “Pozo”, para expresar su participación en la Clase Pública.
La apertura de la Jornada estuvo a cargo de Arturo Blatezky, del Colectivo y Roberto Cipriano García, secretario de la CPM.
Blatezky expresó: “esto que estamos conmemorando no es casual, no fue casual el ’76, ni el ’73 en Chile, es la lógica del capitalismo, es la lógica del imperialismo. Y termino con un dato más que a mi me impresiona, compañeros y compañeras jóvenes: casi el 75 % de los y las desaparecidos tenían menos de 30 años. Porque los jóvenes quieren un país como se lo merecen. Los viejos también queremos un país digno para ustedes y para nosotros, para Todos. Mientras la propaganda en la televisión se les echa la culpa del mal de la inseguridad a los jóvenes de los barrios, ustedes demuestran que están construyendo no sólo sus vidas, sino la Memoria de un país para que ya no haya baches en la cabeza, ni en estos lugares.
Cipriano García dijo: La Comisión por la Memoria resolvió hacer este acto oficial, institucional por lo que se conoce como “la noche de los lápices”. Pero también la significación de hacerlo acá, con los compañeros del Colectivo, es una demostración de la valoración que la Comisión hace del trabajo que vienen desarrolando este grupo de personas que ha logrado un proceso de síntesis de diferentes ideas, de diferentes historias para poner en común un objetivo muy claro que es la recuperación de este lugar, ubicar lo que pasó en este lugar y también enlazar esto que pasó en la historia de Quilmes, en la historia de la Argentina con lo que pasa hoy.
A su turno, Sandra Raggio, Directora General de la CPM tuvo una destacada intervención en la Clase Pública “La evocación de la ausencia es un acto de justicia. No podemos permitir su desaparición simbólica como hubiesen querido los victimarios”.
Los jóvenes que activan la memoria del pasado reciente para denunciar las violaciones a los derechos humanos de hoy y construir una democracia más justa e igualitaria escucharon atentos. “Recuperar la memoria de los estudiantes secundarios secuestrados y asesinados es recuperar sus historias de vida, sus militancias políticas. Eran militantes, y es importante decirlo para poder comprender para qué los recordamos. Los genocidas nunca imaginaron que la figura de los desaparecidos iba a tener tanto poder para convocar a las nuevas generaciones a la política”, agregó Sandra Raggio.
También hicieron sus aportes Julia Merediz, Luciano Grassi y Walter Ormazábal, integrantes del Colectivo.
Luego de la clase pública se realizaron talleres en los que los jóvenes reflexionaron sobre los sentidos posibles del sitio de memoria y la importancia de recuperar ese espacio del horror para la vida en democracia. Se realizaron carteles y pancartas que quedaron montadas alrededor del edificio donde funcionó el “Pozo de Quilmes”.
El acto terminó con las palabras de Rubén Shell, sobreviviente de la dictadura militar quien permaneció detenido en el lugar. Emocionado y conmovido por la masiva presencia de público, compartió parte de su historia y dejó un mensaje de esperanza y compromiso a los jóvenes asistentes.