Fossati pidió “construir un país sobre las bases de la verdad” - Una delegación de treinta docentes de Quilmes presenció la Audiencia

Fuente: Infocielo 18/10/11

En el juicio que se le sigue a 26 represores, hoy declaró Leonardo Fossati, nieto recuperado que nació en marzo de 1977 cuando su madre se encontraba secuestrada en la comisaría 5º de La Plata. Frente al juez Carlos Rozansky pidió “continuar por el camino de la restitución de la identidad porque aún quedan 400 niños robados que no saben quiénes son”.
El joven, que fue apropiado a los dos días de haber nacido en cautiverio en la comisaría 5ta de La Plata, recordó que “cuando me acerqué a las Abuelas de Plaza de Mayo tenía dudas y pocas expectativas de encontrar la verdad, porque yo y mis padres de crianza creíamos que mi mamá me había abandonado al momento de nacer”.
Durante la declaración, recordó que “recién a los 28 años, el 11 de agosto de 2005, pude conocer verdaderamente mi identidad, cuando el juez Arnaldo Carazza me mostró los resultados del cotejo de ADN que había realizado meses atrás en el Banco Nacional de Datos Genéticos”.
Fossati contó ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que “mi caso no era igual a los que yo conocía, porque mi familia de crianza no estaba vinculada al gobierno militar; yo había sido entregado por una partera, de nombre Virginia de Farías, quien sabía que mis criadores estaban buscando un hijo en adopción”.

Profundizando sobre su historia, el nieto recuperado explicó que “cuando nací mi mamá (Beatriz Ortega) y mi papá (Rubén Leonardo Fossati) se encontraba detenidos en la comisaría 5ta. Según me contó en una charla Adriana Calvo, quien fue compañera de celda de mi mamá, yo pude estar uno o dos días con mi mamá, hasta que un policía me fue a buscar diciendo que el Coronel quería conocerme y nunca más aparecí”.
“Para mí, estar 35 años después de ese día, acá hoy sentado, es muy importante. Es la primera vez que siento que puede haber justicia por estos hechos”, resaltó.
Asimismo, Fossati contó que “fue muy difícil para mi enfrentarme a mi verdadera identidad, y fue aun más difícil para mi hijo, quien en ese momento (en el 2005) tenía 8 años, transitar este duro camino de la restitución de la identidad”.
En la audiencia, pidió a la justicia y al Estado nacional, “continuar con este camino de reparación”, y resaltó la importancia de “poder construir un país sobre las bases sólidas de la verdad”.
El juicio, que comenzó el mes pasado, juzga a 26 represores de la última dictadura militar, entre ellos un civil, por delitos de lesa humanidad cometidos contra 360 víctimas, en 6 centros clandestinos de detención dependientes de la policía bonaerense, conocidos como “Circuito Camps”.